jueves, 13 de noviembre de 2014

Cuando la gratitud cuesta un poco

Desde que llegamos de la playa inició un sutil dolor de oído que anoche dejó de ser tan sutil. Al regresar de la oficina se puso intenso y caí adolorida en el mueble mientras algo desganada veía a Juan Diego jugar. Para colmo no recordaba que era noche de padel de mi esposito lo que significaba que en breve salía de casa... así que cero consentimiento esa noche. Me acosté con Juan Diego en su cuarto y me quedé dormida como hasta la 1 y pico de la mañana que me desperté con el dolor y además amargada y luego parada nuevamente a las 5 y pico de la mañana entre gotas e ibuprofeno.

Gracias a Dios en la mañana aunque el dolor perduraba mi amargura había pasado. Logré con bastante esfuerzo tratar de pensar en frío y me di cuenta que parte de mi mal genio venía del deseo de tener atención única y especial y que el no recibirla no era razón para molestarme con el mundo. Mi rato de egocentrismo paso y volví en perspectiva a entender que el mundo no está para servirme y que yo soy la primera que muchas veces ni siquiera me percato de las necesidades no solo de mi esposo sino de tantas personas alrededor que cada día tienen dificultades mucho peores.

Luego de hacer un par de cosas en casa salí a la oficina a una reunión súper importante que teníamos donde mi jefe iba a hacer una presentación a un auditorio completo de personas. Asumí que podía llegar a las 9am porque entre 8.30am que era la invitación y 9am había entendido que iba a ser la hora de desayuno, y decidí saltármelo, sin tener la precaución que era una reunión clave y que tenía que estar allí lo más temprano posible. Mi despiste e y mi tendencia natural a la impuntualidad es algo que necesito trabajar. 
El caso es que no fue así y la presentación inició a las 8.40am y yo llegué a las 9 en punto... Obviamente ¡MUY tarde! La primera hora de la reunión moría por dentro de la pena porque además prácticamente interrumpí el auditorio cuando entré en plena exposición. A mitad de mañana en el break cuando ya estuve de frente con mi jefe me miró directo con los ojos serios, un pequeño silencio y me dijo: "Tuve que iniciar la reunión solo, sin tener a mis generales conmigo" a lo cual solo pude responder "Totally, my bad. Tienes toda la razón en molestarte. Lo siento". Luego de eso, me pasó la mano por la espalda y me regaló una noble sonrisa. Tengo la maravilla de trabajar con personas maravillosas, que confían en mí muchísimo a pesar de mis imperfecciones.

La mañana siguió muy bien.. La reunión fue súper productiva y el resto del día fue de maravilla. La noche cerró hasta con una de mis peli favoritas (Mamma Mia here I go again) junto a mi esposo y mi bebé.

Cierro el día agradecida por:
- El dolor de oído que me dio la oportunidad de reconocer la maravilla de sentirme sana la mayoría del tiempo
- La horrible pena que pasé al llegar tarde que me dejó ver que necesito trabajar de forma más consciente (una vez más porque ya lo he intentado) el tema de la puntualidad
- El estar rodeada de personas maravillosas que me quieren como soy, desde mi jefe, hasta mi esposo, mi bebé y pare de contar
- El reconocer que me es difícil mantenerme con actitud positiva en los pequeños retos del día a día, pero que puedo lograrlo y que cuento con gente increíble a mi alrededor que me ha hablado del valor de la gratitud en las últimas semanas y que me hace más consciente de practicarlo continuamente cuando los retos aparecen. Algunos de estos casos son:
  • Una de mis mejores amigas que hace una semana estuvo tumbada por un terrible virus que está dando en Venezuela. Me mostró como su gratitud ante la vida cambió de forma importante después de padecer esto
  • Mi prima que ayer luego de sentirse estresada porque no le gustó como quedó el tinte que le pusieron en la peluquería se topó con una chica sometida a quimio, y se sintió algo tonta pero muy agradecida
  • Ali Edwards líder de la industria del scrapbook que hoy en una entrevista mostró como ha logrado entender que cosas como el autismo y el divorcio en su vida le han permitido experimentar al final de todo inimaginables niveles de gratitud y dar paso a que la vida la sorprenda y traiga nuevas bendiciones

Un abrazo de buenas noches ;)
Ruly



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